Sobre el tratamiento Restauración Dental

La boca es un local donde se encuentran diversas especies de microrganismos diferentes, pero que pueden no generar problemas en personas saludables y con buenos hábitos de higiene. A lo largo del día, todos pueden notar la formación de una placa bacteriana que se adhiere al diente, también conocida como biofilm. El crecimiento de este biofilm es favorecido por una dieta cariogénica (rica en azúcares), pero puede ser controlado con una correcta higiene bucal, utilizando cepillo de dientes, pasta dental con flúor e hilo dental. Estos hábitos pueden evitar, por ejemplo, que aparezcan lesiones de carie. Sin embargo, cuando un diente es afectado por la carie y comienza a perder estructura es posible emplear las restauraciones dentales para rehabilitarlo funcional y estéticamente. Las restauraciones, además, también pueden recomendarse por motivos exclusivamente estéticos, o sea, cuando no hay carie, pero con el objetivo de rellenar espacios entre dientes (cerrar diastemas) o cambiar el formato y la coloración de un diente.

 

 

En la restauración, el cirujano dentista retirará la porción cariada del diente, limpiando el área para, en seguida, rellenar la cavidad con un material restaurador, de acuerdo con principios estéticos y funcionales. El material restaurador más utilizado es la resina compuesta, y consiste en una “pasta” con una coloración semejante a la del diente que se coloca en pequeñas capas sobre el diente. Como un sistema adhesivo y de luz, la resina compuesta se adhiere al diente y cuenta con una consistencia dura, garantizando durabilidad al tratamiento.

La boca es un local donde se encuentran diversas especies de microrganismos diferentes, pero que pueden no generar problemas en personas saludables y con buenos hábitos de higiene. A lo largo del día, todos pueden notar la formación de una placa bacteriana que se adhiere al diente, también conocida como biofilm. El crecimiento de este biofilm es favorecido por una dieta cariogénica (rica en azúcares), pero puede ser controlado con una correcta higiene bucal, utilizando cepillo de dientes, pasta dental con flúor e hilo dental. Estos hábitos pueden evitar, por ejemplo, que aparezcan lesiones de carie. Sin embargo, cuando un diente es afectado por la carie y comienza a perder estructura es posible emplear las restauraciones dentales para rehabilitarlo funcional y estéticamente. Las restauraciones, además, también pueden recomendarse por motivos exclusivamente estéticos, o sea, cuando no hay carie, pero con el objetivo de rellenar espacios entre dientes (cerrar diastemas) o cambiar el formato y la coloración de un diente.

 

 

Sobre el tratamiento Restauración Dental

En la restauración, el cirujano dentista retirará la porción cariada del diente, limpiando el área para, en seguida, rellenar la cavidad con un material restaurador, de acuerdo con principios estéticos y funcionales. El material restaurador más utilizado es la resina compuesta, y consiste en una “pasta” con una coloración semejante a la del diente que se coloca en pequeñas capas sobre el diente. Como un sistema adhesivo y de luz, la resina compuesta se adhiere al diente y cuenta con una consistencia dura, garantizando durabilidad al tratamiento.

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